Un suboficial del Ejército Argentina afirmó que cuando estaba con su hijo y esperaba a su esposa en una esquina de la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, un niño se presentó y le dijo, antes de irse con un adulto: “Yo soy Loan”. El militar, ante las autoridades que le tomaron la denuncia, afirmó estar convencido de que se trataba de Loan Danilo Peña, desaparecido el 13 de junio pasado.
Ante la denuncia del suboficial Jesús Ferreyra, la jueza federal de Comodoro Rivadavia, Eva Parcio de Seleme, ordenó a personal de las fuerzas federales de seguridad un operativo cerrojo y un relevamiento de las cámaras de la zona donde el militar dijo haber visto a Loan. Los procedimientos se prolongaron durante todo el día desde la ciudad chubutense hacia el sur, incluso más allá del límite con Santa Cruz, llegando a Caleta Olivia.
Así lo informaron a LA NACION fuentes oficiales. Ferreyra sostuvo que estaba en la puerta de un supermercado situado en el cruce de las avenidas San Martín y Alem con su hijo cuando se le acercó un niño y le dijo “yo soy Loan” y después se lo llevó una persona adulta que lo acompañaba.
Tras la denuncia de Ferreyra tomaron intervención el fiscal federal de Comodoro Rivadavia, Norberto Bellver y la jueza Parcio de Seleme.
Para el operativo cerrojo, la jueza dispuso que colaboren todas las fuerzas federales de seguridad. Por el momento, la tarea de personal de la PFA, Gendarmería Nacional, Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y Prefectura Naval dio resultados negativos.
“Estamos expectantes. Estas denuncias no siempre son reales. La gente no tiene mala intención, cree ver a un niño parecido y por su afán de ayudar hacen la denuncia. Al estar vigente el Alerta Sofía, la gente llama a los números gratuitos. Pueden ser denuncias falsas o erróneas, pero tenemos la obligación de chequear todo”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente que participa de la investigación de la búsqueda de Loan.
Una calificada fuente del Ministerio de Seguridad de la Nación sostuvo: “Creemos que es una denuncia como tantas otras. Pero se debe investigar. Desde que comenzamos la búsqueda de Loan se recibieron más de 600 llamadas de personas que dijeron haber visto al niño y nunca llevó a una pista certera”.
Un detective que sigue las alternativas de la investigación en Corrientes, le restó importancia a la búsqueda de Loan en el sur del país. “Creemos que fue una confusión de las personas que dijeron haberlo visto”, explicó el informante.
Allanamientos en Corrientes
En las últimas horas, por orden de la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, funcionaria a cargo de la investigación, se hicieron allanamientos en domicilios de personal de la Policía de Corrientes con el objetivo de secuestrar teléfono celulares.
Los operativos estuvieron a cargo de personal dependiente de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA. Entre los lugares allanados se encuentra el domicilio de un alto jefe de la Policía de Corrientes.
“Se allanaron varios domicilios. Uno de los operativos se hizo en la casa de Roque Báez, que fue jefe policial de la Unidad Regional de Goya, superior inmediato al comisario Walter Maciel. Se secuestraron teléfonos celulares”, sostuvo a LA NACION una fuente al tanto de los procedimientos.
Al hablar sobre otros dos de los imputados, Bernardino Antonio Benítez y Daniel “Fierrito” Ramírez, dos de las tres personas mayores de edad que fueron con Loan hasta el naranjal, dijo que en las horas posteriores a la desaparición “los notaba tartamudeando, decir las cosas entre dientes, la sudoración, la transpiración, la mirada al piso. Pero lo más llamativo fue un pequeño desmayo de ambos. Le digo eso [jueza] porque me voy acordando de cosas que no me quiero olvidar y si me tengo que quedar acá hasta la hora que sea, me quedo”.
La mayor parte del tiempo Maciel estuvo parado, caminó, gesticuló e hizo cambios en el tono de su voz y en la velocidad del relato. En otro tramo, dijo: “Lo que pasó desde el día 21 de junio hasta la actualidad en mi dependencia, con las actuaciones, yo no lo sé. Digo eso porque se dijeron tantas cosas”.
Ante una pregunta de la jueza federal Pozzer Penzo sobre las “órdenes verbales” que se dieron durante los días de búsqueda, la respuesta fue: “Se fue perfeccionando. Pero nosotros qué nos vamos a imaginar que [un fiscal] puede sacar un teléfono, preguntar apellido y nombre, preguntar qué sabe y qué no sabe y que eso es un elemento de prueba”.
Si bien cuando terminó la indagatoria, la magistrada dispuso el secreto de sumario y no se pudo conocer la declaración completa de Maciel, durante el fin de semana se filtraron algunas afirmaciones que habría dicho el comisario.
“Temo que me maten, porque soy funcionario hace 25 años y sé cómo se manejan las reglas carcelarias. Me siento totalmente juzgado por una condena social. Me rehúso y me niego a volver a un servicio penitenciario. Me torturaron 15 días seguidos. Me siento cuidado en mi provincia. Soy imputado colaborador”, habría dicho Maciel en la sede del juzgado en el centro de Goya.
En su indagatoria, según los trascendidos, apuntó contra parte de la Justicia y la Policía de Corrientes. “Fue un mamarracho la investigación judicial. El fiscal [Juan Carlos Castillo] no actuó como debería haber actuado, siempre estaba pendiente de las autoridades. Muchas personas quisieron ayudar y no las dejaron”.
“Yo en este momento me siento el perejil más grande de la historia, el fusible de la historia, porque siempre vi que el fiscal ordinario quería pasar [el caso al fuero federal] porque no tenían absolutamente nada, no tenían elementos de prueba concretos. Y cuando digo nada, es nada. Solo tenían una zapatilla”, habría dicho Maciel en su indagatoria.
“Yo estoy más que tranquilo, porque todo lo que estoy diciendo es lo que pasó. La causa me quedó grande, bastante grande. Siempre hubo un interés en pasarlo a la Justicia federal”, sostuvo.
También habría apuntado contra Báez, que hasta la semana pasada fue jefe de la Unidad Regional Goya, y dijo que a él, por ser su superior jerárquico, le consultaba todas las decisiones a tomar.
Fuente: La Nación