La presión en las cuentas públicas de las provincias para sostener valores accesibles de los boletos mínimos de ómnibus crece con los meses, ante lo que parece ser un definitivo corte del Gobierno de los subsidios para el transporte público de pasajeros, excepto para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Para arriba
En junio, el intendente de la capital cordobesa, Daniel Passerini, había admitido que ya se analizaba una suba del pasaje mínimo ante la presión en las cuentas municipales de lo que se destina por mes al transporte público, una cifra cercana a los $9.000 millones. En las últimas horas, se supo que es posible que la semana próxima el pasaje más barato en la capital de La Docta se vaya de $700 a $940, una suba del 34%. Es decir, un valor similar al que se ya se paga en Rosario, Paraná y en Santa Fe capital.
En las últimas horas, el intendente de la ciudad de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, reconoció que está en estudio una nueva suba del boleto de colectivos, cuyo valor está en $940 pero que esa administración procuraría “que no supere los $1.000”. “Queremos que el boleto sea el más económico, aún sin subsidio nacional. Hubo que aumentar la tarifa porque se quitó el apoyo de la Nación y se dijo que se iba a subsidiar la SUBE, pero nunca apareció”, señaló.
En diálogo con la prensa, remarcó que continuarán reclamando a la Nación. “Vamos a seguir yendo a Buenos Aires las veces que sean necesarias hasta que se subsidie la SUBE, como quiere el Gobierno, o nos dejen manejar el impuesto al combustible para el transporte en las ciudades del interior. En Buenos Aires se lo dan y nada para aquí”, dijo.
De igual modo que en el centro del país, el norte también hay dificultades. El intendente de San Salvador de Jujuy, Raúl Jorge, reconoció que el boleto mínimo de $690 debería costar ya $790 y admitió que ante la asfixia financiera es posible que ese distrito tenga que ponerle punto final al Boleto Estudiantil. “Ya no lo puedo financiar, son cerca de $60 millones por mes, el municipio no está en condiciones. Y la otra alternativa es llevar a más de $1.200 el boleto a la gente, cosa que también es muy complicada, sería impagable”, aseveró en una entrevista.
Jorge indicó que uno de sus pares que más se mueve por estos temas es Pablo Javkin, de Rosario: “Todo este descalabro empezó con la eliminación del Fondo Compensador del Transporte y como decía Pablito (sic), es un tema que en el país se viene hablando hace treinta años”.
“Hasta que se cortó se venía mitigando la situación y había una diferencia con el AMBA por razones políticas, por razones de densidad, pero vamos a ir al Congreso porque este es el momento, en un país que se dice federal”, señaló. Aunque no se precisó fecha, se esperaría para la segunda semana de agosto para que los principales referentes de la RFI visiten por segunda vez el Congreso.
¿Paritarias divididas?
En mayo, tras una audiencia entre el Gobierno nacional, las cámaras empresariales y la UTA, se acordó que el básico para los choferes sea de $1.000.000 junio y de $1.060.000 en julio. En simultáneo, unos días más tarde se publicó en el Boletín Oficial una resolución de la Secretaría de Transporte de la Nación, avalada por Economía, que se elevaban en un 39% los subsidios para el transporte en el AMBA y se mantenía el criterio de nada para las provincias. Según fuentes empresariales, en el AMBA el sistema funciona con $153.000 millones mensuales, un 70% aportado por la Nación y el 30% por el precio de las tarifas.
Este reacomodamiento le permite a las empresas poder pagar los sueldos el tiempo y en forma pero no sucede lo mismo en las provincias. Esto se reflejó en los cinco días de paro que hubo en el transporte interurbano de pasajeros de Córdoba, la semana pasada, por falta de pago a los choferes de parte del aguinaldo y el sueldo de junio. La mediación de gobierno provincial, que anticipo fondos del Boleto Estudiantil, permitió que se pusiera fin al conflicto pero refleja parte del escenario en el que se encuentra el sector.
“Sin los fondos con los que cuenta el AMBA vamos a tener que pensar en que haya paritarias por regiones. Es imposible en el interior poder hacer frente a los sueldos que el gremio UTA acuerda en Buenos Aires, en donde hay apoyo para las empresas. Estamos entrando en un callejón sin salida de difícil resolución, con todos los costos en alza“, expresó a Ámbito el gerente de una empresa de ómnibus de Tucumán.
Fuente: Ámbito
