“Por algún motivo, cuando ya se estaba cumpliendo casi una semana de la desaparición, Laudelina estaba interesada en que Caillava tenga todas las fotos del encuentro. Es extraño y no le encontramos una explicación. También es raro que Laudelina le haya pedido a su hija que saque las fotos, teniendo ella un celular para hacerlo”, razona uno de los investigadores.
Hasta el momento, no está explicado en el expediente, por ninguna testimonial ni indagatoria, el porqué de esta actitud.
Hay otro dato que también le fue leído anoche a Laudelina como prueba en su contra. Tiene que ver con lo que surgió de la intervención telefónica a su celular. Es decir, ya no de los mensajes, sino de lo que hablaron mientras un policía los estaba escuchando.
En los últimos días de junio, Laudelina llamó a su hija Macarena, que recién terminaba de declarar por primera vez como testigo, y le preguntó: “¿Te preguntó en dónde es que sacamos el calzado y quién estaba?”. A lo que la joven respondió: “No. Eso no me lo preguntaron”.
La referencia de Laudelina es por el famoso botín de Loan que habría sido plantado por la propia mujer y encontrado luego por su hija. Hay que aclarar que, al momento de esta conversación, no se hablaba aún de un elemento plantado. Por eso, llama la atención que estén ambas particularmente preocupadas por su la justicia indagaba sobre ese punto.
La declaración de anoche de Laudelina, la cuarta si se toman en cuanta las dos testimoniales y la primera indagatoria, comenzó minutos antes de las 20. Contó con la presencia de la jueza Pozzer Penzo, de los representantes de la fiscalía y de la acusada, junto a su abogada.
No pudieron estar presentes los abogados de la querella, es decir, los representantes de la familia de Loan, ya que el fiscal Mariano De Guzmán solicitó que no participen de la videollamada.
Fuente: Infobae