El conductor de un vehículo le cedió el paso al turista ruso, quien golpeó el capó, por lo que el chofer perdió el control. Los policías separaron a los protagonistas del hecho para evitar que se golpeen.
En tanto, el ruso no se identificó y se refugió en un cajero automático. Allí, a pesar de las órdenes del personal policial, se opuso a retirarse del lugar y se resistió constantemente. En medio del forcejeo, le causó lesiones a una policía y rompió una parte del material del cajero. Incluso, también atacó a otro grupo del personal que participó del hecho.