El mandatario jujeño puso en relieve que este complejo implica un significativo avance en la producción de litio en Argentina, apuntando específicamente al rubro de elementos críticos para baterías recargables, componente indispensable para el proceso de transición energética.
Asimismo, y desde un enfoque regional, consideró que las provincias ubicadas dentro del denominado “triángulo del litio” se constituyen en un destino selecto para invertir, particularmente en el campo minero.
La flamante planta demandó una inversión superior a los 800 millones de dólares en su primera fase, proyectando un alto impacto económico que se materializará en la creación de más de 3.800 puestos de trabajo, entre ellos más de 300 empleados directos.
Se prevé también, la integración de más de 60 proveedores.
Cabe consignar, que entre las etapas 1 y 2, la inversión será mayor a 1.800 millones de dólares. En tanto, la tercera fase requerirá un monto de 2000 millones de dólares de inversión, a fin de alcanzar una capacidad productiva de 100.000 toneladas anuales.