26 de diciembre de 2024 1:52 pm
SAN SALVADOR DE JUJUY CLIMA

El día que Jujuy le ganó la pulseada a Tucumán y alojó la Copa América: ¿Cómo es el presente del Estadio «23 de Agosto»?

La Copa América de 2011 marcó un precedente imborrable en la mente de los jujeños. La provincia norteña fue elegida como sub-sede y alojó dos partidos de aquel certamen continental. Sin embargo, los hinchas de Gimnasia lo disfrutaron por partida doble: no sólo pudieron ser parte de un evento internacional, sino que el estadio “23 de Agosto” recibió una remodelación casi por completo. Pero… ¿cómo hizo Jujuy para imponerse a otras sedes futboleras?

El 2 de junio de 2009, desde el Congreso Extraordinario de la Confederación Sudamericana que se llevó a cabo en Bahamas, Julio Humberto Grondona dio a conocer las sedes del torneo: La Plata, Córdoba, Santa Fe, Salta y Jujuy fueron las seleccionadas. “El ex presidente de Gimnasia de Jujuy, Raúl Ulloa, fue el que comenzó las gestiones para traer la Copa a la provincia. Él aprovechó sus contactos en la AFA y presentó la candidatura de San Salvador de Jujuy. Así le ganó a otras postulaciones que, a priori, eran más fuertes como la de Tucumán, que había postulado los estadios de San Martín y Atlético, pero no tuvieron éxito”, comentó Daniel Echazú, periodista deportivo de Jujuy.

Así, la “Tacita de Plata” se vestía de gala para recibir la fiesta del fútbol sudamericano. “Ese es el apodo de la provincia. Muchos lo confunden con que al estadio le dicen así, pero no. Fue algo que el periodismo porteño instauró, pero en Jujuy nadie le llama de ese modo”, aseguró Echazú.

“Gimnasia hizo una reestructuración casi integral del estadio. Modificó todo lo que es el sector platea y las populares sur y norte. Se cambió la iluminación del estadio, se mejoraron los accesos y, sobre todo, hubo muchos cambios en las plateas. Se hicieron cuatro pisos en donde se ubicaron las cabinas de prensa y los palcos. Se colocaron ascensores y se armó un buffet. También hicieron la sala de conferencia y los vestuarios nuevos, que anteriormente estaban del lado de la preferencial. Todo eso para cumplir con las reglas del fútbol internacional y para poder ser parte de la competencia. Para concretarlo, hubo muchísimo apoyo del gobierno provincial y nacional”, describió Echazú. “Hubo muchos cambios en el confort de la cancha. En el sector de prensa, antes sólo habían pupitres y nos teníamos que ubicar en un sector abajo del techo de chapa. Lo bueno es que no te mandaban a la platea como en las otras canchas del ascenso”, añadió el cronista del diario El Tribuno.

“Las obras superaron las expectativas. Venimos hace un mes y no nos preocupamos por la actitud que observamos por parte de todos con Ulloa a la cabeza; quien nos dijo que nos quedemos tranquilos. Ahora la obra está casi terminada. Reitero mis felicitaciones”, había declarado el vicepresidente de la Confederación Sudamérica, el uruguayo Eugenio Figueredo, días antes al comienzo de la competencia.

La Plaza Belgrano fue el epicentro para los turistas de Bolivia, Colombia y Costa Rica (selecciones que jugaron en la cancha del “lobo”). Allí se montó una feria artesanal con música y hasta una pantalla gigante para ver los partidos del certamen. “Fueron días tremendos. Nunca se vivió algo parecido. Por la cercanía, Bolivia se concentró en la provincia. Eso hizo que vinieran muchísimos hinchas. Costa Rica llegó con (Ricardo) Lavolpe, que tenía en mente la idea del fútbol total buscando revolucionar el juego con todos jóvenes”, contó Echazú.

El segundo partido entre Costa Rica y Bolivia (2-0) también tuvo su color. Más de 12.000 bolivianos coparon las tribunas del estadio entre los que se encontraba Evo Morales, ex presidente del vecino país.

La actualidad

A 13 años del evento, el estadio sufrió algunos deterioros. Las butacas de la platea fueron afectadas por la constante exposición al sol; no está la pantalla que estaba en la popular norte y se quitaron algunos pupitres del sector de prensa. “Después de la Copa América hubo un bajón en las remodelaciones y la cancha empezó a sufrir deterioros propios del desgaste y de desaciertos dirigenciales. Con la nueva dirigencia de Walter Morales hubo muchas tareas de mantenimiento. Se mejoraron los pisos, se pintaron las tribunas y se resolvieron algunos problemas que tenían los vestuarios”, afirmó Echazú.

Sin embargo, el “23 de Agosto” no sólo es utilizado como un epicentro futbolístico sino también cultural. “Las remodelaciones posibilitaron que Jujuy pudiera traer a Los Pumas, que pudiera ser sede de la Copa Argentina y que se lleven a cabo recitales importantes. A fin de año, María Becerra va a cantar ahí. Es una infraestructura importante que le da vida a la ciudad”, sentenció el periodista.

Fuente: La Gaceta